Cuando Kiel Steven Alandete nació, sus padres y los médicos que atendieron el parto se llevaron una gran sorpresa y observaron en él una condición muy especial que no había sido detectada en las ecografías de control preonatal: sus brazos no terminaron de formarse y la extensión de estos llega solo hasta el codo. 

Desde entonces han pasado 23 años y esa condición sigue siendo especial, al punto que ha sido el trampolín que lo ha convertido en un hombre ejemplar, emprendedor, digno de admirar y en modelo de éxito. 

Kiel considera que las limitaciones están en la mente de cada persona, para él solo la muerte podría significar un "hasta aquí" y mientras permanezca en esta tierra luchará ppr alcanzar cada propósito que se trace.

Zona Cero llegó hasta Karboneros, el restaurante-bar que hace un año fundó Kiel en Barranquilla y en el cual no solo funge como propietario sino como bartender, una 'contravención' para el imaginario de quienes consideran que esta es una labor compleja y requiere de una habilidad manual excepcional, de la que podría pensarse que Kiel prescinde.

No obstante, este 'killero de corazón' nos demuestra que con ganas, convicción y disciplina cualquier barrera se rompe y todo objetivo puede alcanzarse.